Los primitivos flamencos
La prosperidad económica del siglo XV atrajo a Brujas a ricos comerciantes. Ocuparon los majestuosos palacios de la ciudad, adornándolos profusamente con maravillosas obras de arte. Bajo el auspicio de la casa de Borgoña, los grandes primitivos flamencos como Jan van Eyck y Hans Memling encontraron en Brujas su morada. El mundo de las bellas artes no tardó en reaccionar y pronto la ciudad se convirtió en el lugar de inspiración y encuentro para numerosos artistas. Hoy día puede descubrir sus obras maestras mundialmente conocidas en uno de los 26 museos de Brujas.