Vlamingbrug (Puente del Flamenco)

Cierra los ojos y regresa al pasado, hasta principios del siglo XII. Te encuentras en medio de una actividad frenética. Cuadrillas de brujenses laboriosos se dejan la piel en la construcción de la primera muralla. A un tiro de piedra del puente, en la Pottenmakersstraat, aún podrás encontrar un vestigio de una torre, la única huella que queda de esta muralla. Los trabajadores también están cavando el pequeño canal por donde estás viendo pasar el agua. El puente de los Flamencos data del año 1334 y es uno de los ejemplares más antiguos de la ciudad. Aún se distinguen los mostradores donde en su momento se colocaban las mercancías y que parecen banquitos que invitan a sentarse. La preciosa ventana volada en la característica arquitectura de ladrillo formaba parte del taller de un orfebre del siglo XVI.