Niobe (Níobe)

Níobe está desesperada, completamente desconsolada, y sus lágrimas "fluyen" sin cesar hacia el río Reie. No es para menos, ya que los catorce hijos de esta madre mitológica fueron sacrificados. A Níobe le gustaba presumir de su fertilidad y ordenó al pueblo de Tebas que la adorara a ella en lugar de a Leto, la diosa de la maternidad. Apolo y Artemisa, los dos hijos de Leto, no pudieron aceptarlo y se cobraron su cruel venganza. La enorme pérdida convirtió a Níobe en piedra por su sufrimiento y sus lágrimas, según la leyenda, dieron lugar al nacimiento del río griego Aqueloo. Níobe es obra de Constant Permeke (1886-1952), un destacado expresionista flamenco. El Museo Groeninge alberga algunas de sus obras, entre elles su famosa lienzo «Los comedores de gachas». Permeke fue totalmente autodidacta en la disciplina de la escultura.